Una experiencia WOW se podría definir como una situación muy positiva para nuestro cliente con respecto a un servicio proporcionado o a una compra realizada.

La diferencia entre realizar un servicio normal o darle una verdadera Experiencia al Cliente se basa en crearle unas percepciones que generen recuerdos y un comportamiento del cliente a la organización positivo. El cliente debe disfrutar de esa experiencia y convertirse en un evangelizador de la marca o del producto de manera natural.

Las empresas no pueden controlar al 100% la Experiencia del Cliente o Customer Experiencie (CX), ya que no tiene control sobre las emociones y las percepciones de cada persona. Pero, lo que, si puede hacer, es modificar las experiencias para proporcionarle al cliente las mejores.

¿Sabes cómo crear una experiencia WOW?

  • Diseña la experiencia para los clientes

Conocer a tu cliente es esencial para poder proporcionarle la experiencia deseada. A través de todas las herramientas y los canales que posea la empresa, hay que saber escuchar al cliente y adaptar toda esta información al proceso de la empresa.

Además, también deberemos conocer la vida de un cliente, conocer la experiencia al completo. Con este esquema podremos saber dónde fallamos o dónde producimos experiencias positivas.

  • Aporta un valor añadido

Que el cliente sienta que la experiencia es única e irrepetible, que tiene a alguien que le acompaña en todo el proceso y le resuelve dudas de manera profesional. Son algunas de las maneras de crear un valor añadido a nuestra experiencia.

Es importante que durante todo el proceso el cliente se sienta informado. Todos sabemos, la frustración que provoca el no saber cierta información que para el cliente es vital, como, por ejemplo, tiempos de envío, precio, disponibilidad…

Si en proceso nuestro cliente reclama por algún motivo, lo que hay que hacer es ofrecer soluciones reales y si pueden ser en tiempo real, mucho mejor. Está claro que no siempre se puede acertar y el cliente es consciente de que una empresa se puede equivocar al igual que una persona. Pero esta equivocación la tenemos que usar en beneficio de la empresa. Solucionar el problema es nuestro objetivo número uno, hacerlo de manera rápida y eficaz debe ser el dos y, como dijimos antes, mantener al cliente informado del proceso en todo momento debe ser el tres.

  • Supera las expectativas del cliente

Parece fácil, pero no tiene por qué. Superar las expectativas del cliente es algo muy subjetivo. No podemos estar en su mente para saber con exactitud que espera del servicio o del producto que se le ofrece. Pero gracias a la primera de las fases descritas anteriormente, podremos acercarnos a lo que quiere, ponernos en su lugar e ir un paso más allá.

¿Empezamos a pensar en cómo será tu experiencia de cliente?