Para la mayoría de las personas saber cómo se fijan los precios de la luz es un misterio. Pocos de nosotros sabemos en qué se basan las compañías de la luz y que criterios siguen.

Vamos a empezar remontándonos a 2013. Hasta ese año el coste de la luz se establecía por subasta trimestral y el precio se mantenía estable durante 90 días. Pero, a partir de este año se realizó un cambio y ahora el precio se fija diariamente en un mercado conocido como marginalista.

Este mercado marginalista consiste en que cada día las empresas productoras de energía ofrecen la luz a un precio determinado, teniendo en cuenta la demanda estimada que se producirá al día siguiente. Los primeros megavatios (MW) en entrar son los más baratos que proceden de las compañías hidráulicas, nuclear y eólicas. Las últimas en entrar son las más caras y las que fijan el precio que se pagará a todas las compañías productoras. Suelen ser los precios procedentes del carbón y el gas.

En este mercado, las empresas comercializadoras solicitan una cantidad estimada de luz que cubra la demanda calculada por horas del día siguiente. Esta solicitud se debe hacer en el pool eléctrico que es gestionado por OMIE.

OMIE es una empresa que dedica a gestionar de manera integrada los mercados eléctricos (diarios e intradiarios) para toda la Península Ibérica y su modelo de funcionamiento es el mismo que el de otros mercados europeos.

¿Cómo funciona OMIE?

Esta empresa es la encargada de escoger las ofertas de más barata a más cara hasta cubrir la demanda de las comercializadoras. Como decíamos antes, todas las empresas generadoras de energía deben de cobrar lo mismo, por lo que el precio se fija con la última oferta que siempre es la más cara. Al entrar primero las más baratas procedentes de las energías renovables, cuando se produce una época de grandes vientos, el coste de la energía disminuirá. Esto será debido a que las generadoras primeras ofrecerán más energía de la habitual a un precio más barato. Por tanto, la demanda estimada de las cmercializadoras podrá ser cubierta con energías más baratas.

Una vez realizado este casamiento de oferta y demanda obtenemos el coste de la luz, pero este no es el precio que paga el consumidor. A este coste hay que sumarle una serie de porcentajes que determinan el precio final.

¿Cómo se fija el precio final?

El precio de la luz se podría dividir en 3 bloques con su correspondiente porcentaje. Por un lado, tendremos los impuestos que hay que pagar como en cualquier servicio. Por otro lado, está el porcentaje correspondiente a los conocidos como peajes de la luz y, por último, el coste de la luz que es el fijado en la subasta explicada anteriormente.

  • 40% de peajes. Este porcentaje hace referencia al transporte, la distribución, las subvenciones y la amortización del déficit de la tarifa.
  • 25% de impuestos. Los impuestos a pagar en la factura de la luz son municipales, el impuesto eléctrico y el IVA
  • 35% coste del mercado de producción. Es el precio del coste de la luz que se fija diariamente en la subasta regulada por la OMIE.

Una vez añadidos estos porcentajes, ya tienes el precio diario de la luz que pagarás en tu factura.